Este artículo lo destinamos a explicar el estilo de inversión que realizamos en nuestra cartera de trading. Dentro de las posibles categorías habituales la incorporaría dentro del llamado Swing trading y la podríamos definir como una operativa destinada a sacar partido a las tendencias de medio plazo que tienen una duración según la Teoría de Dow de entre varias semanas a meses.
La duración de las operaciones oscilará entre días y meses en función de si nos encontramos una tendencia muy acentuada o repleta de ruido que active los stops. Un estilo de trading que no requiere estar en frente del ordenador a tiempo completo como es el caso del Scalping o el Day Trading pero que si requiere un seguimiento con cierta frecuencia, sobre todo si el precio se encuentra próximo a niveles técnicos que consideramos importantes.
El operador de Swing trading no se especializa en un activo en concreto como suelen hacer los operadores de corto plazo. Comprende las relaciones entre los diferentes mercados y sabe los principales drivers de las principales categorías de activos. Conoce los fundamentos más importantes y utiliza el análisis técnico para posicionarse en los mercados. Es selectivo en la toma de posiciones que realiza de una forma estudiada y las implementa con productos derivados o en contado de liquidez sin utilizar el apalancamiento de forma habitual.
En nuestra cartera de trading tomamos posiciones de forma habitual en los cruces de divisas más importantes y en los índices bursátiles más seguidos que suelen ser los más líquidos. Con cierta frecuencia entramos en acciones y de forma puntual en materias primas (oro y petróleo) y bonos.
Cada posición parte de un escenario macroeconómico global destinado a buscar y corroborar las tendencias de largo plazo o primarias que se están desarrollando en cada tipo de activo. Esta aproximación permite no perder en todo momento la perspectiva y saber si nuestra posición se producirá con el viento a favor o el viento en contra. Obviamente no es lo mismo operar a favor de la tendencia primaria o de fondo buscando una posición de gran recorrido que posicionarse a favor de un rebote puntual donde tenemos que ser más ágiles.
Una vez que disponemos de nuestro escenario global y que somos conocedores de las principales tendencias pasamos a la valoración de cada activo. Encontrarnos un activo caro que se encuentra desarrollando una tendencia bajista primaria suele ser motivo para incorporarlo al radar para la posible toma de posiciones cortas o bajistas. De la misma manera que despierta nuestro interés para la toma de posiciones largas o compradoras cuando nos encontramos con un activo barato que se encuentra desarrollando una tendencia alcista.
Una vez conocidos los fundamentos pasamos al componente técnico. Aquí podemos distinguir dos patas. En la primera analizaremos cual es el posicionamiento y el sentimiento del mercado. Un mercado muy deprimido con un sentimiento bajista extremo y muy posicionado del lado corto se encuentra listo para rebotar. Por el contrario un mercado eufórico con un sentimiento alcista extremo y muy posicionado largo se encuentra preparado para corregir. Para que intenten comprender este punto les recomiendo que lean este artículo que sacamos hace escasas semanas “El barco se puede hundir, demasiados alcistas dentro”.
Para finalizar esperaremos a que el precio se ponga nuestro favor para adoptar las posiciones. Estableceremos un stop acorde con la volatilidad del momento y del activo que desplazaremos a medida que el precio se desplace en nuestra dirección. De esta manera, si el precio desarrolla un movimiento sin demasiados dientes de sierra nuestra operación tendrá una gran duración y no se cerrará hasta que aparezcan signos de giro o cambio. Por el contrario si el precio nos lleva la contraria se activará nuestro stop pasados unos pocos días. Una combinación que nos hace respetar la máxima de dejar correr beneficios y limitar las pérdidas.
Un proceso que nos permitirá establecer una estrategia de inversión y que requiere de un análisis previo donde se someterá a examen multitud de indicadores (PMIs, ISMs, volumen de contratación, ratios put / call, MACD, CAPEs, PPAs….) con el fin de encontrar las mejores oportunidades posibles. Todo ello trabajando con datos de cierre para que ustedes puedan replicar la posición con el producto que más les interese si lo desean. Aquellos más avezados preferirán hacer uso del análisis o tomarlo como una referencia adoptando las posiciones más adecuadas en base a su experiencia.
Luis Francisco Ruiz