El patrón de Vuelta en V es una de las figuras más temidas por los traders cuya estrategia base consiste en la reincoporación al mercado tras una corrección previa del precio. En general, esta pauta no muestra ningún punto nítido de entrada en el activo y, por tanto, suele ser habitual que el operador no pueda disfrutar del posterior rally alcista.
En realidad, el patrón de Vuelta en V no es una figura chartista. Se trata, más bien, de la ausencia de cualquier tipo de figura en un movimiento de ida y vuelta del precio. Esto hace que no se disponga de ningún elemento que apoye la apertura de un nuevo trade y, por tanto, nos impide aprovecharnos del rally de vuelta.
La pauta se inicia con una caída relevante del activo, de manera que el precio cae con fuerza desde los últimos máximos esbozados. Al hablar de caída relevante nos referimos a descensos superiores al 10% o, si queremos tener en cuenta la volatilidad del activo, a bajadas superiores a 5·ATR (Average True Range). En ningún caso habría que tomar en cuenta las pequeñas correcciones del 3% ó 4%.
En un momento dado, el descenso marca un mínimo y, sin apenas hacer una pausa, se inicia un repentino desplazamiento de vuelta. Este movimiento alcista posterior es violento, normalmente ha sido desencadenado por las manos fuertes, y se va produciendo sin generar ninguna resistencia intermedia que permita a los pequeños traders adherirse a la subida.
¿Qué consiguen con esto las manos fuertes? Con esta vuelta en V impiden que los traders individuales puedan incorporarse a niveles bajos de precio y generan una gran ansiedad entre sus filas, forzándoles a contemplar el rally alcista desde la barrera. De hecho, esta ansiedad por entrar hace que las manos débiles estén dispuestas a comprar a precios muy altos, hacia el final de la V, justo cuando algunas manos fuertes están deseando empezar a deshacerse de sus posiciones.
En el gráfico podemos ver un ejemplo de una pauta de Vuelta en V del año 2014 sobre el índice SP500. Como vemos, tras alcanzar un máximo en 2.022 puntos, en septiembre se inicia un caída relevante que le lleva a marcar un mínimo en los 1.818 puntos a mediados de octubre. Se trata de un descenso de 204 puntos o del 10,1%, que equivale a un total de 7·ATR. Probablemente, esta caída hizo que muchas manos débiles ejecutaran sus stops y abandonasen el activo relativamente cerca del mínimo.
Posteriormente, tras apoyarse en 1.818, se produce un veloz rally alcista que en noviembre lleva al SP500 hasta el nivel 2.049 puntos sin que se produzca ningún descanso intermedio. Si nos fijamos muy bien en esos 231 puntos de subida, completados en apenas cuatro semanas, nos daremos cuenta de que no hay ninguna resistencia intermedia.
El movimiento desde 1.818 hasta 2.049 se llevó a cabo con tan sólo 28 velas diarias, y ninguna de ellas dio lugar a un setup que pudiese ser aprovechado fácilmente por un trader individual. Por desgracia, lo único que pudo hacer este operador es contemplar cómo las manos fuertes ganaban dinero con el rally desencadenado.
Lo peor es que, una vez alcanzada la resistencia de los 2.049 puntos, nuestro trader está ansioso por incorporarse al movimiento y poder disfrutar del alza. Por tanto, en cuanto se produce el breakout de dicho nivel, comienza a comprar lo que los traders institucionales le están vendiendo. Es decir, por encima de 2.049 se produce un trasvase del activo desde las manos fuertes hacia las manos débiles, momento en que la pauta de Vuelta en V ha completado totalmente su función.
Se puede observar también la simetría de la V. La caída del lado izquierdo se produce en 23 velas mientras que la subida del lado derecho consume un total de 25 velas. Esta suele ser también una característica de este tipo de pautas, aunque tampoco es necesario que la simetría sea tan perfecta como la del caso que estamos revisando.
La pregunta ahora es: ¿hay alguna forma de aprovecharse de una Vuelta en V? Bueno, en principio la única forma de ganar con esta pauta sería entrar en el momento en que viésemos que el precio, tras la caída inicial, se apoya sobre un soporte, una directriz o una media móvil relevante. Pero lo más probable es que, sabiendo esto, las manos fuertes no permitan que el mínimo de la V se produzca sobre alguno de esos elementos tan significativos. De hecho, en el gráfico anterior del SP500 hemos visto que el punto más bajo de la pauta no se generó sobre ningún nivel representativo.
Por tanto, lo mejor que podemos hacer en estos casos es no correr tras los precios y dejar escapar el activo que esté dibujando la vuelta en V. De ahí la importancia de trabajar siempre con varios activos ya que, de ese modo, siempre podremos aprovechar una oportunidad de entrada en uno de ellos aunque el precio se nos esté escapando en otros mercados.
Pero, obviamente, esta es sólo nuestra opinión y, si os consideráis lo suficientemente habilidosos, podríais intentar capturar una entrada cerca del mínimo de la V. A pesar de lo experimentados que seamos, debemos tener mucho cuidado con este movimiento, ya que nos encontramos ante una de las pautas más difíciles de operar desde el punto de vista de un trader individual.
Pues nada, no queda mucho más que decir. Esperamos que lo comentado en el post sirva para arrojar un poco más de luz sobre la articulación de esas figuras de vuelta en V que siempre nos traen de cabeza…
Fuente: Tambolsa