Cuando revisamos los gráficos que van dibujando los mercados financieros, hay un patrón que se suele repetir con bastante frecuencia y que, por tanto, podría ser aprovechado en nuestro favor para tratar de obtener cierta ventaja. Se trata de la figura técnica del Triángulo.
El Triángulo suele ser una figura de continuidad de la tendencia de fondo. Es decir, que la cotización, tras estar inmersa en el mismo durante cierto período de tiempo, finalmente se decantará por romper el lado del triángulo que concuerde con la tendencia previa del mercado. El objetivo, desde el punto de ruptura, debería ser igual a la altura máxima del triángulo (el punto más ancho del triángulo).
Dicho esto, hay que especificar que, cuando estemos explorando los gráficos, nos podemos encontrar varios tipos de triángulos. Son los siguientes:
1) Triángulo Ascendente: en este tipo, el triángulo está enmarcado por una resistencia horizontal superior y por una directriz alcista inferior. De esta forma, la cotización va dejando siempre mínimos relativos ascendentes. Esta figura suele producirse en tendencias alcistas y lo normal es que finalice con una ruptura al alza de la resistencia.
2) Triángulo Descendente: en este tipo, el triángulo está delimitado por una directriz bajista superior y un soporte horizontal inferior. Por tanto, la figura va dibujando máximos relativos descendentes durante su desarrollo. Estos triángulos se generan en tendencias bajistas y suelen definirse con la ruptura a la baja del soporte mencionado.
3) Triángulo Simétrico: en este caso, la figura estaría encerrada entre una directriz bajista superior y una directriz alcista inferior, de manera que mostraría un dibujo casi simétrico, tal y como su nombre indica. Estos triángulos se pueden generar en cualquier tipo de tendencia y suelen acabar con la ruptura de la directriz que provoque la continuidad de la tendencia previa. Es decir, si la tendencia anterior al triángulo era alcista, entonces finalmente se producirá la ruptura de la directriz bajista superior; y si la tendencia anterior era bajista, entonces se producirá la perforación de la directriz alcista inferior.
4) Triángulo Expansivo: se trata de un caso especial, en el que la cotización está enmarcada por una directriz alcista superior y una directriz bajista inferior. De este modo, el mercado va dibujando ondas cada vez más amplias, normalmente debido al aumento de la volatilidad. Estos patrones no permiten ser operados, ya que es imposible predecir en qué sentido se producirá la ruptura de los mismos. Lo mejor es mantener nuestras operaciones al margen de ellos.
En líneas generales, estas son las variantes que nos podemos encontrar en un Triángulo. La idea es tratar de aprovecharnos de las ventajas estadísticas que ofrecen y tratar de incluir la operativa en nuestro trading diario. Seguro que así podemos arañar algunos puntos porcentuales adicionales para nuestra cuenta.
Pues nada, eso es todo por ahora. Como siempre, esperamos haber enseñado algo nuevo. Si no lo hemos conseguido, lo intentaremos la próxima vez.
Fuente: Tambolsa