Si abrimos el clásico diccionario Larousse y buscamos la definición de ambas palabras tenemos:
Ansiedad: es un sentimiento de inseguridad ante un peligro futuro interior y no definido.
Paciencia: facultad de saber esperar, de saberse contener.
Son dos aspectos que el inversor debe tener muy presentes, que van a condicionar nuestras inversiones, y que por ende van a decidir el resultado final de la operativa. Un buen inversor debe confiar en sus análisis, y estar seguro de que sus decisiones son correctas, pero atención, por decisión correcta no quiero decir exitosa, sino simplemente que se opera conforme a un plan establecido. Nada de improvisar, puesto que la improvisación conlleva inseguridad, y la inseguridad ansiedad.
Si nos trazamos un plan en una determinada operativa, y no creemos en ella, tengan por seguro que a la hora de actuar en el mercado vamos a vacilar, improvisaremos, y muy posiblemente nos dejemos influenciar por otras opiniones, que a su vez, serán muy distintas a las que concebimos inicialmente. Estoy casi seguro, que cualquier operativa enmarcada en este entorno está avocada al fracaso.
Con todo esto no quiero decir que rectificar sea una opción, todos saben que rectificar es de sabios, dice el dicho, sino que una rectificación en la operativa, también debe ser estudiada, y cuanto menos, gozar de la misma objetividad que planteó el plan inicial marcado, o incluso más.
Resulta fácil poner ejemplos. El clásico y más común aparece una vez elegida la operativa, con precio de entrada y salida seleccionados, para luego proceder a ejecutar la salida mucho antes del objetivo marcado. ¿Quién no ha comprado en 10.00 euros, marcado su objetivo en 11.00 euros, y luego ha vendido en 10.60 euros?. Y la inmensa mayoría de las veces, el precio ha cambiado esos 11.00 euros en el mercado a posteriori.
Resulta muy difícil controlar la ansiedad en la operativa, de hecho, normalmente el mercado se mueve para inducir a dicho sentimiento, pero nosotros debemos intentar ser más fuertes que el resto, seguramente nos irá mejor.
En cuanto a la paciencia en la operativa, va muy ligada a la ansiedad, la precipitación. Debemos ser pacientes en nuestras operaciones y no comenzar el plan antes de lo previsto. Por ejemplo, muchas veces introducimos la orden de compra en nuestra entrada prevista y… ¿Quién no sube la orden para ver si entra con miedo a que el precio no alcance la cota de entrada?, seguro que ni una, ni dos veces….pero lo mejor de todo, ¿habéis pensado cuántas de esas veces la orden inicial hubiera sido ejecutada igualmente?. Si lo anotarais en un diario o libreta, os sorprenderíais de los resultados.
En mi humilde opinión y desde mi experiencia, es importantísimo ser pacientes a la hora de operar. Si se está fuera de mercado no pasa nada, si no vemos nada claro para operar, mejor estar fuera, no hay que ponerse nervioso, irá en nuestro beneficio. Cuando una operativa termina, no hay por qué empezar otra a la mayor brevedad posible, es un síntoma claro de que operamos de manera ansiosa. Buscar y buscar nuevas operativas de manera compulsiva no forma parte de nuestro rol en el mercado, para eso están los brokers, las casas de análisis o los gestores de carteras, que en realidad les da igual que la operativa finalice siempre bien, ya que os recuerdo, que ellos cobran comisión por cada operación que realicéis, y no se encuentran influenciados en el éxito o no de la misma; aunque claro está, si les sale bien más tiempo os tendrán como clientes. Ergo, que se estresen e impacienten ellos, no nosotros.
Lo dicho, confíen más en lo que les ha dicho su bola de cristal o médium, el gráfico o sus corazonadas, y por favor no se precipiten, ejecuten su plan conforme lo diseñaron, y la operativa les sonreirá más a menudo
Fuente: Fueradebolsa