Estas dos palabras que aparecen tanto en muchos análisis y comentarios bursátiles tienen una importancia muy relevante, pues si logramos comprender su significado y funcionamiento, tendremos más posibilidades de estar en todo momento en el lado correcto del mercado.
¿Qué son las manos fuertes?
Las manos fuertes, también llamados leones, tiburones y otra serie de calificativos carnívoros, son los grupos de personas y entidades que mueven suficiente capital para poder llevar el mercado hacia donde quieran. Entre estos grupos se encuentran las grandes entidades financieras que mueven el dinero de todos sus clientes, a través, por ejemplo, de sus fondos de inversión.
Dependiendo de la liquidez del activo, esto les resultará más o menos fácil. Por ejemplo, no es lo mismo invertir en un blue chip que en un chicarro.
Cuando realizamos un estudio de un activo, a veces nos preguntamos a qué fue debida una subida durante un período continuado de grandes bajadas, o por qué un valor que llevaba un tiempo prolongado en fase durmiente, de repente despierta y sube como la espuma. Si el movimiento tiene gran recorrido, la respuesta es siempre la misma: las manos fuertes han entrado.
Es fundamental intentar averiguar en todo momento si las manos fuertes están alcistas o bajistas, para intentar operar de igual modo, y no convertirse en una de sus víctimas, es decir, no queremos ser gacelas, sino leones, como diría nuestro amigo el señor Cárpatos.
¿Cuál es la estrategia de las manos fuertes?
Imaginemos que estamos en un período de tendencia lateral, donde el mercado no acaba de decidirse si va a ir para arriba o para abajo, y las manos fuertes quieren convertir el mercado en alcista, comprando barato para posteriormente obtener unos jugosos beneficios tras la subida del activo. Para ello, aprovechando que el precio está próximo a la resistencia del canal alcista, y en muchas ocasiones aprovechando una buena noticia económica sobre la acción, como puede ser unos beneficios mejores que los esperados, introducir una gran cantidad de dinero posicionándose largos en dicha acción.
Durante los siguientes días o semanas siguen inyectando dinero para que la acción siga subiendo, intentando convencer a las manos débiles, o sea, nosotros, de que se trata de una buena oportunidad, avalada además por buenos datos económicos. Entonces, nosotros entramos en la acción, de manera que, poco a poco, las manos fuertes van dejando de comprar, incluso vendiendo una pequeña parte de las acciones que previamente habían adquirido, de tal manera que la continuación de la subida la llevan a cabo las manos débiles, no las fuertes. De esta forma, el precio sigue subiendo, y las manos fuertes se frotan las manos, viendo las ganancias que van a tener en el corto plazo, a costa del capital del rebaño de gacelas.
Cuando las manos débiles perciben que el precio está ya demasiado alto, o bien las manos fuertes deciden que el precio no va a tener mucha más subida, entonces estas últimas venden bruscamente, posiblemente aprovechando la rotura de un soporte o alguna señal técnica de vuelta, de manera que las manos débiles quedan atrapadas, es más, incluso durante la bajada, las manos débiles seguirán comprando porque el precio estará más barato que en las sesiones anteriores, con lo que la carnicería será aún mayor.
De esta forma las manos fuertes habrán ganado mucho dinero, mientras que, de las débiles, solamente obtendrán beneficios las que se hayan dado cuenta desde el principio del movimiento, tanto de subida como de bajada, es decir, se salvarán aquellas gacelas que han visto el rastro de los leones. Todos los demás habrán perdido su dinero.
Podemos encontrar un símil en el mundo animal a este movimiento estratégico, y sería el momento en el que el ganado tiene que atravesar un río infestado de cocodrilos porque necesitan pasar a la otra orilla en busca de nuevos pastos. Solamente sobreviven los más listos, los que mejor nadan, los más rápidos y fuertes.
Interesante movimiento de las manos fuertes
Javier Alfayate, en su libro “Aleta de tiburón”, habla de un término que denomina «Suelo impulsivo», y que se puede detectar mediante la utilización del indicador «Koncorde de Blai5».
Hay ocasiones en las que durante una gran caída del precio de cotización de un valor, podemos ver que lo único que interesa es vender, y se llega a alcanzar un momento en el que nadie está interesado en comprar, por la fuerte bajada que lleva arrastrada. En ese momento, se produce una compra intempestiva y brusca llevada a cabo por las manos fuertes, mientras las manos débiles siguen vendiendo, y este movimiento no suele ser para cambiar la tendencia, sino para convencer a las manos débiles que es bueno comprar porque el precio está barato, e intentar que éstos se pongan largos en la acción.
Efectivamente, se producen estas compras, pero en la mayoría de los casos, el movimiento alcista llegará hasta la media ponderada de 30 sesiones en gráfico semanal, para posteriormente, caer nuevamente el precio, pues las manos fuertes, que han comprado muy barato, venden todo o casi todo a las manos débiles que han querido comprar porque han pensado que la tendencia iba a cambiar y que además habían comprado a un buen precio.
Pero nada más lejos de la realidad, porque además, este movimiento de suelo impulsivo, en la mayoría de las ocasiones, no dura más de cuatro o seis semanas aproximadamente, y en este tiempo, salvo la gente que conozca este tipo de mecanismos estratégicos de despiste, los demás habrán vuelto a ser carnaza para los tiburones, mientras que los que hayan detectado el mecanismo y hayan comprado cuando lo han hecho las manos fuertes, y posteriormente hayan vendido en la proximidad de la media ponderada de 30, habrán obtenido un jugoso beneficio en pocas semanas.
Es otro ejemplo de lo importante que puede llegar a ser el detectar los movimientos de las manos fuertes.
¿Cómo podemos detectar los movimientos de las manos fuertes?
El único indicador que hemos encontrado para detectar estos movimientos es el Koncorde de Blai5, del que podréis obtener información en la página web de su autor Blai5: www.blai5.net
Aquí podéis encontrar una explicación de la interpretación del indicador, así como ejemplos de su aplicación.
Todo se basa en el volumen, puesto que las manos fuertes, si quieren subir el precio, aún intentando pasar desapercibidas, puede que no se note en la gráfica del precio, porque lo hagan despacio, pero para subir el precio es necesario mucho volumen, y por eso el movimiento lo descubriremos a través del volumen, no del precio.
A partir de dos indicadores, que se denominan índice de volumen negativo (IVN) e índice de volumen positivo (IVP), permiten atribuir el volumen a las manos fuertes (profesionales) o manos débiles (pequeños inversores).
Obviamente el indicador Koncorde de Blai5 es mucho más complejo que todo esto, pero se basa en estos principios.
No vamos a explicar nada más acerca del indicador, puesto que tenéis toda la información que necesitéis en la página del autor anteriormente citada, pues quién mejor que su autor para que os aclare con todo lujo de detalles su funcionamiento y aplicaciones.
Nosotros utilizamos este indicador exclusivamente para observar los movimientos de las manos fuertes, pero no lo utilizamos como criterio de entrada; simplemente nos vale para complementar al resto de indicadores y parámetros, para en caso de duda saber si tirar en un sentido o en otro, en función del posicionamiento de las manos fuertes.
Esto es así salvo en el caso comentado anteriormente de suelo impulsivo, en el que sí entramos en la acción directamente por la indicación del Koncorde.
Aquí tenéis un par de ejemplos de aplicación del suelo impulsivo, donde debéis fijaros en la forma que toma el indicador azul y el indicador verde en el momento en el que se produce el suelo impulsivo:
Tenemos a las manos fuertes y débiles desinteresadas en la acción, lo que se representa en el indicador como ambas curvas por debajo de 0, y de repente, hay un pico de la gráfica azul hacia arriba, lo que indica entrada de manos fuertes, mientras se puede ver como la gráfica verde sigue por debajo, vendiendo sus acciones.
Poco después, las manos débiles empiezan a reaccionar pensando que la tendencia bajista ha finalizado, representado por una subida hacia positivo de la gráfica verde, y en las proximidades de la media de 30 sesiones, la gráfica azul empieza a descender, mientras la verde sigue subiendo, es decir, se confirma lo que comentamos anteriormente: las manos fuertes venden sus acciones que han comprado baratas a las manos débiles que van quedando atrapadas en un movimiento que no tiene futuro. Finalmente el precio vuelve a caer, y las manos débiles vuelven a perder dinero.
Bueno, a modo de resumen, creo que habréis comprobado que el símil animal de los leones o tiburones y las gacelas, el fuerte y el débil, David contra Goliat, va perfecto para representar la lucha tan encarnizada y cruel que tiene lugar en el mercado bursátil.
Así que ya sabéis, queridos traders, hay que ser amigos de las manos fuertes, y no separarse de ellos ni un solo momento, como si vuestra vida dependiera de ella, si no queréis ser pasto de los tiburones.
Jose Manuel y Rocío