Para los traders que estéis leyendo este artículo, con la experiencia que habéis adquirido a lo largo de los años, ¿os habéis preguntado alguna vez cuál es la parte de vuestro sistema de trading que más quebraderos de cabeza os ha dado? ¿cuál es el elemento que os ha resultado más difícil de configurar y que os ha costado más tiempo y dinero?
Esta pregunta también es válida para la gente que está empezando, pero desde el punto de vista de la precaución a la hora de desarrollar un sistema de inversión.
La respuesta a estas preguntas, al menos a bote pronto, será muy probablemente el desarrollar un sistema de trading que nos marque los momentos en los que es óptimo entrar al mercado, y con el que podamos obtener un porcentaje de acierto en las operaciones realizadas de un 55-60%.
Dado lo que me costó conseguir definir mi sistema de trading, yo también era de esta opinión, al menos en mi primera etapa de aprendiz, pero después de los años, me he dado cuenta que algo que aparentemente resultaba sencillo se convertiría en la parte más complicada y frustrante de nuestros sistemas.
¿Sabéis ya a qué parte del sistema nos referimos?
Sí, a los stops, tanto de pérdidas (stop-loss) como de beneficios (stop profit).
¿No estáis de acuerdo? Yo os voy a dar algunos argumentos de por qué resulta tan complicado gestionar los stops adecuadamente, y terminaré por explicar cuál es mi sistema de gestión de los mismos.
En primer lugar y antes de entrar en materia, enumeraré los principales tipos de stops que podemos encontrarnos:
Stop-loss: Es el stop de pérdidas convencional, de manera que se fija a un determinado nivel de precios y si el precio cae por debajo para una operación en la que estamos largos nos sacará de la misma garantizándonos una pérdida máxima, la que estamos dispuestos a arriesgar y en función de la cual hemos fijado el precio del stop-loss. En el caso de que estemos cortos, el stop de pérdidas saltará cuando el precio sobrepase el nivel de stop.
Stop-loss dinámico (Trailing stop): A diferencia del anterior, el nivel de stop de pérdidas es un stop variable, y esta variación se puede conseguir en función de muchos parámetros. Algunos ejemplos típicos son un stop variable en función del cambio en el precio, otros son variables en función de la volatilidad o el indicador ATR, de manera que si tenemos una volatilidad alta el stop lo mantenemos más alejado del precio para permitirle más variaciones y que no nos deje fuera de la operación a la primera de cambio. En el caso de un stop variable con el precio perseguimos el ir haciendo que la cantidad que estamos dispuestos a perder en la operación sea cada vez menor a medida que el precio se mueve en la dirección que habíamos previsto con nuestro sistema de trading. De esta forma se puede incluso llegar a la situación en la que el stop-loss esté por encima del precio de entrada (en el caso de posicionarnos largos), lo que nos garantiza que en esa operación nunca vamos a perder dinero, pues un porcentaje ya lo tenemos asegurado.
Stop profit:Es el stop de beneficios, es decir, hay muchos inversores que de la misma manera que deciden fijar un stop de pérdidas antes de entrar al mercado, también introducen un nivel de ganancias con el que se conformarían, pues piensan que el valor no va a ir mucho más allá. Este tipo de stops tienen el inconveniente de que te puedes perder gran parte del movimiento por salirte antes de tiempo, y no es muy bueno conformarte con un 20% cuando podías haber multiplicado esos beneficios por cinco si hubieses seguido hasta el final.
Break even: Este término significa colocar el stop de pérdidas al mismo nivel de entrada en la operación, o ligeramente superior (operaciones de compra) o ligeramente inferior (para posiciones cortas) suficiente para cubrir las comisiones. Obviamente éste no será el stop con el que entremos en la operación, sino un movimiento del mismo al nivel de entrada cuando veamos que se da el momento propicio en función del comportamiento del valor.
¿Por qué la gestión de stops da tantos quebraderos de cabeza?
En primer lugar tenemos que saber dónde debemos poner el stop-loss. La respuesta a esta pregunta pasa por dos aspectos: en primer lugar el análisis técnico y en segundo lugar la psicología de masas.
El análisis técnico nos permite marcar en el gráfico de cotización de un valor los distintos soportes y resistencias, en función de máximos y mínimos representativos, nos permite identificar patrones muy fiables como los dobles o triples suelos y techos, nos permite dibujar gráficas representativas de la tendencia como pueden ser todo tipo de medias, simples, móviles, móviles ponderadas, etc.
Con todo esto podremos marcarnos niveles de stop-loss, por ejemplo un soporte, la propia media, es decir, que nos salte el stop cuando el precio perfore la media de 200 sesiones a la baja, un doble suelo, etc. Para el caso de cortos utilizaríamos las resistencias, dobles techos, la media cuando es perforada hacia arriba, etc.
¿Cuántas veces os ha pasado que habéis colocado un stop-loss en un soporte de referencia, os ha saltado el stop-loss y luego el precio ha continuado en la dirección que habías determinado cuando entrasteis en la operación? Seguramente muchas más veces de las que hubieseis deseado, pues la cara que se te queda es para enmarcar.
Podéis ver en este ejemplo de Enagás cómo después de haber entrado largos por las razones que sean, y colocando nuestro stop-loss, si este lo hubiésemos puesto automático, es decir, hubieseis metido una orden de stop en el momento de comprar las acciones, en la vela de la cola larga os hubiera saltado el stop y habrías quedado fuera de la operación, perdiéndoos la posterior subida que realizó el valor según lo que habías supuesto inicialmente. Esta es una trampa muy habitual en los mercados.
Por este motivo hablamos de psicología de masas, porque tendremos que intentar pensar cómo operan las manos fuertes, la gente que mueve realmente el mercado, porque son ellos los que van a hacer saltar los stop-loss de los pequeños inversores como tú y como yo.
¿Podemos solucionar esta primera traba?
La respuesta es sí, y de dos maneras, compatibles entre sí y dependiendo de la forma de operar de cada uno.
Una forma es colocar el stop-loss un poco alejado del nivel de referencia, pero sólo un poco, porque si no puede ocurrir que el nivel de stop se nos dispare, y si tenéis una buena gestión de capital, cuando tengáis un stop-loss elevado el sistema pondrá a vuestra disposición muy poca cantidad de capital para invertir, pues entiende que el riesgo es demasiado alto.
La segunda forma, y la que más me gusta, es no trabajar con stop-loss automático, es decir, yo decido cuándo hago saltar el stop-loss. Esta estrategia es bastante útil si trabajas con gráficas semanales, no diarias.
¿Cuál es el argumento? La respuesta es que de esta manera, yo me libro de las oscilaciones del precio, es decir, no tengo en cuenta las colas de las velas, porque solamente tengo en cuenta el precio de cierre de la vela, en gráfico semanal. En gráfico diario también es posible, pero por mi experiencia esta forma de operar funciona mucho mejor en gráficos de velas semanales.
De esta forma, me puedo librar fácilmente de las oscilaciones en la vela producidas por las manos fuertes para hacer saltar mi stop-loss. Lo que hago es ver al final de la semana si el precio de cierre de la vela está por debajo o no de mi nivel inicial de stop. Si está por debajo (para operaciones de compra) lo que hago es lanzar la orden de venta al lunes siguiente.
Este método me ha librado de un montón de casos en los que de no haberlo hecho de este modo me hubiera quedado fuera de la operación, perdiéndome el posterior movimiento alcista.
La única pega que tiene, pero muy importante, es que hay que ser estricto, pues depende de nosotros el salir de la operación, pues en este caso no tenemos una orden de stop lanzada al mercado para despreocuparnos del valor, sabiendo que el stop saltará cuando tenga que hacerlo.
Por tanto, el que no quiera, no le guste o no tenga la posibilidad de utilizar esta segunda estrategia, al menos debería aplicar la primera, porque está garantizado que si colocamos el stop en el mismo nivel que el soporte, el stop saltará.
Otro factor que debemos tener en cuenta es qué tipo de orden de stop lanzamos al mercado, es decir, si se trata de una orden por lo mejor, una orden al mercado o una orden limitada, porque el funcionamiento es completamente distinto, no sólo por el tipo de orden en sí misma, sino también por el activo del que se trate, especialmente de su horquilla.
Si queremos garantizar que nuestras acciones van a ser vendidas al mismo precio del stop, tendremos que introducir una orden de stop limitada, que garantiza que de venderse las acciones se van a vender a ese precio y no otro. Sin embargo, este tipo de operaciones tiene un riesgo, y es que no se haya negociado el precio en el que tenemos el stop, por ejemplo cuando se produce un gap. Nosotros podemos tener un stop-loss en 10,30€, estar el precio en 10,40€, y bajar de golpe a 10,20€, sin pasar por 10,30€, por lo que en este caso, la acción ha caído y sin embargo nuestro stop no ha saltado. ¿Veis el peligro?
Por el contrario, si lo que queremos es que si el valor de la acción cae por debajo del stop-loss las acciones sean vendidas inmediatamente, tendremos que utilizar una orden por lo mejor o al mercado, pero en este caso, nuestras acciones puede ser que se vendan bastante por debajo del stop-loss. Ello dependerá de la liquidez del valor que estemos negociando. Por eso hablábamos antes de la horquilla, aunque este término es más propio del mercado de derivados, como por ejemplo los futuros.
Como podéis ver, hasta las cosas más sencillas pueden complicarse todo lo que queramos, y la solución siempre será relativa a nuestro modo de operar, el activo, el mercado, el broker, etc.
¿Qué tipo de stop-loss nos viene mejor, uno fijo o uno dinámico?
Desgraciadamente no hay una respuesta a esta pregunta, al menos no una respuesta absoluta, que podáis escribir como regla general a incorporar a vuestro sistema de trading.
La desventaja que tiene el stop-loss convencional es que al no moverlo, si no tenemos un stop profit que nos haga salir cuando alcanzamos un determinado porcentaje de beneficio en la operación, puede ocurrir que, después de llevar unas ganancias de un 30% el valor se dé la vuelta y termine por saltar el stop… Entraríamos en depresión, y si acumulamos tres o cuatro de estas seguramente nos planteemos alejarnos lo máximo posible de la Bolsa. Esto debemos evitarlo a toda costa. Luego veremos cómo.
El stop dinámico o trailing stop nos ayuda en estos casos, puesto que, partiendo de un stop inicial, podemos hacer que automáticamente cuando se alcance un determinado porcentaje de beneficio o un porcentaje de subida del precio, el stop se mueva a un nivel que nosotros fijamos, y a partir de ahí se va a ir subiendo a intervalos fijos cada vez que se produzca una subida del precio o de los beneficios en un determinado porcentaje.
Parece la panacea, ¿verdad? Eso me pareció a mí cuando lo descubrí en el mercado de futuros, pero el grado de desesperación fue del mismo nivel que en el caso anterior, porque al ir tan ceñido el stop al precio, cualquier pequeña oscilación en la cotización te hace saltar el stop, quedándote fuera de juego y perdiéndote lo mejor del movimiento.
El break even es mover el stop al nivel de entrada para cubrir comisiones y garantizar que en la operación no vamos a perder. Este tipo de movimiento es muy típico sobre todo en el mercado de futuros, en operaciones intradía. En el mercado de acciones no es tan habitual, pero si la operación es de libro, es decir, según nuestro sistema de trading es una operación que tiene absolutamente todo de cara para salir bien, podemos arriesgarnos y cuando llevemos un pequeño porcentaje de beneficio colocarnos en break even, de tal manera que sólo nos quede esperar a que la acción suba. La gran ventaja de este movimiento es el grado de tranquilidad y relajación que te entra, porque sabes que no vas a perder, y si has acertado en el movimiento, ves cómo tus beneficio van subiendo sin arriesgar nada de tu capital, tan sólo lo que vas ganando en esa operación.
Para terminar, lo prometido es deuda: Hay una variante del stop dinámico y que para mí resulta la mejor opción, y es un stop dinámico manual en función de una serie de criterios preestablecidos.
He cogido todas las operaciones tanto de compra como cortos que mi sistema de trading me ha indicado en los últimos diez años con todas las acciones del Ibex 35, y he probado todo tipo de combinaciones de stops, y el mejor resultado ha sido el siguiente:
Colocar un stop-loss inicial en función del análisis técnico realizado sobre el valor y colocándolo ligeramente por encima o por debajo del soporte o resistencia que haya cogido como próxima referencia. Normalmente estos soportes y resistencias se obtienen a partir de mínimos y máximos relevantes. Este punto no es fácil de aprender, y no queda otra que practicar y practicar hasta cogerle el truco. Inicialmente se dibujan un montón de soportes y resistencias que al final no lo son, porque no se han seleccionado bien las velas de referencia.
Cuando en algún momento se haya alcanzado un 10-15% de beneficio, es decir, tenemos en cuenta las colas de las velas, nos ponemos en break even.
Para cuando estemos largos, en el caso de que el precio siga subiendo, esperamos a que alcance el 20% de beneficio, y en ese momento, vemos dónde nos quedaría la línea del stop en el 10% de beneficio respecto a la media exponencial ponderada de 30 sesiones, es decir, si el nivel del 10% nos queda por encima de la media, no podemos todavía mover el stop a este nivel, porque es muy probable que nos deje fuera. Entonces, a partir de aquí, a medida que sube el precio, vamos moviendo el stop ligeramente por debajo de la media, hasta que el nivel del 10% nos quede por debajo de la media, momento en el que lo dejamos fijo, hasta que alcancemos el 30% de beneficio. Cuando lleguemos a este nivel repetimos la jugada, y así consecutivamente. Os puedo garantizar que la sensación es increíble, viendo cómo van subiendo nuestras ganancias y a la par las vamos garantizando.
Si estamos cortos, la operativa es la misma pero a la inversa, y tendremos que ver en cada momento si el nuevo nivel de stop está por encima de la media. Si está por debajo no podremos colocarlo ahí y tendremos que ir moviendo el stop ligeramente por encima de la media.
A la hora de rebasarse un nivel de stop, lo tengamos donde lo tengamos, debe ser a cierre de vela, no las colas, por lo que comentamos anteriormente en este artículo.
Aquí tenéis el ejemplo anterior donde habíamos perdido todo en nuestra operación con Enagás al saltarnos el stop-loss que teníamos inicialmente, después de haber llegado a tener en nuestras manos un beneficio del 28%, pero ahora aplicando un stop dinámico manualmente de la forma comentada.
Una vez hemos conseguido un beneficio mayor del 10% nos ponemos en break even. Cuando se alcanza el 20% de beneficio movemos el stop a la línea azul marcada en la gráfica correspondiente a unos beneficios del 10%. El valor no llega a alcanzar el 30%, por lo que no hay un nuevo movimiento del stop dinámico, y nos salta el stop ganando aproximadamente un 10% cuando el valor rompe el stop. Vemos que el stop estaba muy bien seleccionado, porque una vez se rompió, la acción cayó prácticamente a la mitad de su valor en al menos unos meses.
Personalmente es el sistema de gestión de stops que mejor resultado me ha dado y con diferencia, al menos en las operaciones con acciones, porque con futuros es otro cantar.
Por todo lo expuesto, os comentaba al principio del artículo, que la gestión de los stops es el aspecto del trading más difícil de configurar, y además, requiere de una gran sangre fría; como se dice por ahí, hay que tener la cabeza fría y los pies calientes. Os aseguro que es muy difícil que llevando un 50% de beneficios tengáis un stop en una zona cercana al 30%, porque estaréis pensando constantemente que podéis perder de un plumazo casi la mitad de lo que llevabais ganado. No obstante hay que pensar que ya tendríamos garantizado un 30% de ganancias, con lo que la perspectiva cambia radicalmente.
Bueno, espero que el artículo os sea de utilidad; están plasmadas mis peleas con los stops a lo largo de los años y todo lo que he podido sacer en claro, mucho o poco.
Jose Manuel y Rocío
JAIME HERRERA dice
veo que recorrinmos el mismo camino llevandonos a la misma conclusion, gracias, muy buena informacion sin desperdicios, me diverti leyendo, mpor momentos crei quen lo habia escrito yo jaja saludos