Distinguir los conceptos inversión y trading es algo que resulta bastante revelador a la hora de aproximarnos al mundo de la Bolsa y los mercados. Así, si alguien quiere invertir en Bolsa, lo que primará en la selección del activo será, por ejemplo, la buena marcha empresarial del mismo, las expectativas futuras que se tenga para él, un buen pago de dividendo y si gozamos de aversión al riesgo, la elección de un sector de los llamados defensivos, no cíclico.
Confiando en que nuestras esperanzas se vean cumplidas, la buena evolución de resultados de la empresa y el consiguiente aumento de dividendo con el paso de los años, hará que nuestra inversión inicial crezca con el tiempo, sin importarnos las oscilaciones temporales que la acción vaya sufriendo mientras tanto.
Sin embargo, si lo que buscamos es comprar y vender de forma rápida, obteniendo un beneficio de dicha transacción, no podremos decir que estemos invirtiendo en un activo. Es decir, tratamos de comprar una acción a un precio más barato del que posteriormente vendamos en el menor periodo de tiempo posible. En este caso, la evolución de la empresa o activo nos llega de pasada, puesto que al ser tan reducido el espacio temporal transcurrido, la influencia de éste no es definitiva ni concluyente.
Por ejemplo, si compramos IBERDROLA en soporte y vendemos en resistencia, en un plazo temporal de semanas, está claro que poco o nada ha podido cambiar en las expectativas futuras de negocio de la empresa. A este tipo de «inversión» se la denomina trading, que como podrán observar poco tiene de relación con una inversión propiamente dicha.
Siempre se suele decir que, una operación trading que no ha salido bien, donde no se han ejecutado los correspondientes stops pasa a convertirse en inversión de largo plazo. Los motivos resultan evidentes ¿verdad?
Ahora la pregunta para fomentar la participación en el Blog, cómo se consideran ustedes: ¿inversores o traders? Anímense, no sean tímidos.
Santi Cabo