Los huecos son un rango de precios entre dos velas consecutivas en donde no se han cruzado operaciones de compra-venta.
Estos huecos, denominados en el argot del análisis técnico como gaps, tienen una importancia vital a la hora de tomar decisiones en toda operativa, puesto que estos nos dan mucha información de cómo se ha comportado el mercado y, lo que es más importante, lo que en un futuro no muy lejano va a hacer.
Pero para poder interpretar de forma correcta la información que nos dan los huecos, es importante distinguir las distintas clases de gaps que existen, porque el significado que conlleva cada uno de ellos es muy diferente en cada caso, y no debemos cometer el error de interpretarlos todos por igual a la hora de tomar una decisión para invertir.
En innumerables ocasiones, los huecos se producen por alguna noticia de cierta relevancia, especialmente cuando ésta se da a conocer fuera del horario bursátil.
Podemos considerar que hay cuatro tipos de huecos:
Huecos normales: Son los que se cierran en pocas sesiones y no tienen ninguna implicación en la tendencia, de ahí que se suelan dar en mercados laterales.
En la gráfica de Sacyr Vallehermoso podemos ver cómo en un mercado prácticamente lateral, se produce un hueco alcista con aumento considerable de volumen, y cómo utilizando la media de 200 sesiones como resistencia, en menos de dos semanas rellena perfectamente el gap previo y el mercado continúa en su rango lateral precedente al hueco.
En el caso de Técnicas Reunidas lo mismo, se crea un hueco en una fase lateral, el precio hace soporte justo en la apertura del gap y en poco más de una semana rellena el hueco y vuelve todo a su sitio.
Huecos de escape: Implican un cambio de tendencia, especialmente cuando el valor se encontraba en un rango lateral. Se supone que el motivo por el que se ha producido el gap ha tenido la suficiente importancia para los mercados como para conseguir hacer despegar al valor, bien hacia arriba o bien hacia abajo, dependiendo de si se trata de un gap alcista o un gap bajista.
Aquí podemos ver el gap de escape que realizó Telefónica a principios de 2010, donde después de estar durante dos meses en lateral, el precio hace un gap bajista rompiendo el soporte del canal lateral justo después de que el día anterior el precio hubiera roto también la media de 30 sesiones. El volumen es enorme, y se puede ver lo que ocurrió después, el desplome del precio anticipado perfectamente por el hueco de escape.
Este tipo de huecos no suelen cerrarse en el corto plazo, aunque esto no implica que no pueda hacerlo y, de hecho, en ocasiones lo hacen a modo de pull-back, para luego continuar con la nueva tendencia.
Aquí tenéis un ejemplo de lo que acabamos de comentar, cómo se produce el hueco, el precio retorna a la zona del mismo unos días después formando el pull-back, y finalmente el precio sube, no muy espectacularmente pero sube, para finalmente terminar en un rango lateral de 3 meses.
Huecos de continuación: Se producen durante una tendencia de gran envergadura, siempre en la dirección de dicha tendencia, y suele darle mayor potencial a dicho movimiento.
Aquí tenéis un ejemplo de un claro hueco de continuación, donde estamos empezando una tendencia alcista (ver pendiente de media de 30 sesiones), el precio hace un recorte hasta la media, formándose una resistencia en la zona de los 18€. Se produce el gap alcista rompiéndose dicha resistencia (motivo por el cual se puede considerar también como un hueco de escape), no se rellena el hueco en el corto plazo y el precio sigue su ascenso.
Podemos fijarnos en que en diciembre del mismo año se cerró el hueco, pero ha tenido que pasar medio año para que se cubriera.
Huecos de agotamiento: Se producen cuando una tendencia está llegando a su fin, y por ello nos dan justamente esta información, que la tendencia se acaba. Al igual que los huecos de continuación, se producen en la misma dirección que la tendencia, motivo por el cual en ocasiones se confunden.
Se puede ver en el gráfico del Santander cómo después de un brusco movimiento bajista, se produjo un gap bajista, cerrando la vela de ese día justo en la media simple de 200 sesiones y rebotando en ella, cerrando el hueco, cambiando radicalmente la tendencia y confirmándonos que se trata de un hueco de agotamiento.
Es muy importante hacer una reflexión en cuanto a la relación que tiene el volumen de negociación con los gaps, y es que en los huecos de escape, continuación y agotamiento el volumen de negociación suele ser bastante alto, como habréis visto en todos los ejemplos del artículo.
Si echamos una ojeada a un gráfico en minutos de cualquier valor, es muy común ver cómo abre a un precio bastante separado del precio de cierre de la jornada anterior. En función del tipo de gap, este suele cerrarse o no, aunque lo más habitual es que el hueco termine por cerrarse en un plazo relativamente corto.
También puede ocurrir que existan dos huecos relativamente cercanos, lo que producen una figura que se conoce como isla, pues la gráfica de precios comprendida entre los dos huecos queda totalmente separada del resto de la gráfica.
Para los puristas, se consideran islas solamente en el caso de que los dos huecos que determinan la isla sean en sentidos contrarios, es decir, un gap alcista y otro bajista o viceversa.
Al igual que con la mayoría de los huecos, las islas toman mucha importancia en tendencias fuertes, marcándose el final de las mismas, mientras que si se producen en mercados laterales no suelen traer ninguna implicación relevante.
Aquí tenéis un ejemplo de lo que acabamos de comentar, cómo un hueco alcista y otro bajista forman una isla, y como ésta marca el final de la tendencia alcista y da paso a una bajista de gran calado.
Dada la importancia de las zonas marcadas por los huecos de continuación, escape y agotamiento, sus límites actúan como soportes y resistencias, y además, como es lógico, cuanto mayor haya sido el volumen de negociación cuando se produce el gap, el soporte o la resistencia marcados serán más consistentes.
Si hacemos una recapitulación sobre los diferentes tipos de huecos que hemos visto, estoy convencido de que mucha gente se preguntará cómo se puede distinguir un hueco de continuación de uno de agotamiento, puesto que ambos se dan en la dirección de la tendencia, y sin embargo la implicación de cada uno de ellos es completamente opuesta a la otra, puesto que los huecos de continuación indican precisamente eso, una continuación de la tendencia principal, mientras que los huecos de agotamiento pretenden avisar de un cambio inminente en la dirección de la tendencia, bien a la contraria o al menos a un rango lateral de Un claro ejemplo de la relación entre los gaps y las medias lo tenéis en la gráfica del Santander que hemos visto antes donde la media de 200 sesiones hace de soporte, confirmándonos en el mismo momento en el que se forma el hueco que se trata de un hueco de agotamiento.
Diferenciar ambos tipos de huecos es muy complicado, y viendo la vela en sí misma y el volumen no nos va a dar ninguna pista del tipo de gap del que se trata, porque tanto uno como otro suelen tener un gran volumen y los dos abren el hueco en la dirección de la tendencia.
Entonces, si las connotaciones de los huecos de continuación y agotamiento son totalmente antagónicas, es fundamental intentar identificar de qué tipo se trata cuanto antes, pero, ¿cómo lo hacemos?
Cómo distinguir un hueco de continuación de un hueco de agotamiento
Como acabamos de decir, no nos llega en sí misma la información de la vela y el volumen, y tendremos que recurrir a otras herramientas del análisis técnica para intentar identificar el hueco del que se trata.
Por ejemplo, si la zona donde se ha producido el hueco es una zona de soporte o resistencia, lo más probable es que se trate de un hueco de agotamiento, puesto que hay más probabilidades de que se respete la resistencia o el soporte de que se rompa. No obstante habría que ver también el volumen que se ha negociado en el movimiento previo hacia dicho soporte o resistencia, porque si, por ejemplo, tenemos una resistencia y el volumen a medida que se iba aproximando el precio a dicha resistencia ha ido aumentando, hay bastantes probabilidades de que esa resistencia sea rota y luego actúe como soporte, especialmente si el aumento del volumen viene de las manos fuertes.
Otra herramienta son las divergencias entre el precio y los indicadores, como el Macd; si existe una divergencia entre el Macd y el precio ya sabemos de que estamos en condiciones de que el mercado dé un giro tendencial, y por tanto el hueco será de agotamiento, como en el caso anterior.
Cualquier tipo de herramienta del análisis técnico que pueda actuar como soporte o como resistencia, como es el caso de las medias móviles, típicamente la de 200 sesiones y la de 30/50 sesiones. Estos tres tipos de medias, sean o no ponderadas, suelen trabajar muy bien como zonas de soporte y resistencia, especialmente en los mercados tendenciales, no así en los laterales, donde hacen aguas por todos los lados.
En consecuencia, si por ejemplo estamos en una tendencia bajista, y el hueco se produce en un recorte de varias velas precedentes contratendencia (velas que conforman el recorte) hacia la media, casi con total seguridad se trata de un hueco de agotamiento, indicando que se trata solamente de un recorte y no de un cambio de tendencia. Diferente sería si el gap se produce después de haber roto el precio a la media en sentido ascendente, porque entonces estaríamos hablando de un hueco de continuación, porque no sólo se ha dejado atrás la resistencia sino que además muy probablemente esta actúe como soporte.
Otro ejemplo clásico son los retrocesos de Fibonacci, que tendrán las mismas connotaciones, o las líneas de tendencias y canales de tendencia.
Por último, la información que nos pueda dar el análisis de velas japonesas, sobre todo si se da una formación típica de giro tendencial, por ejemplo.
La gran problemática que tiene el análisis de los gaps es que no son nada fáciles de identificar en cuanto a su tipología, y si no tenemos la suficiente experiencia y ese instinto que sólo se consigue con la práctica en real, lo que va a ocurrir en muchas ocasiones es que perdamos la operación porque cuando nos demos cuenta del tipo de gap ya será demasiado tarde y el stop será demasiado grande para entrar en la operación.
Por último comentar que el marco temporal es de suma importancia, y me explico por qué: cuanto menor es el marco temporal más huecos vamos a encontrar; así es más probable encontrar un hueco en un gráfico diario que en uno semanal o en uno mensual. Esto conlleva a que si el hueco lo encontramos en un gráfico de amplio espacio temporal, mayor que diarios, como por ejemplo semanal o mensual, este hueco seguramente tendrá muchísima importancia y nos dé un montón de información, al igual que ocurre con el resto de la información que nos da el análisis técnico, que tienen mucha más importancia los niveles que encontremos en un gráfico semanal o mensual que los que encontremos en uno diario.
Esto demuestra en sí mismo que la mayoría de los huecos se rellenan en muy pocas sesiones, de ahí que nos sea más complicado encontrar huecos en gráficos semanales y ya no digo nada en mensuales.
Jose Manuel y Rocío