Quien más quien menos ha oído en alguna ocasión, principalmente cuando hay momentos convulsos en la bolsa, que la mejor inversión, o la más segura a largo plazo, es el oro. Pero en realidad, ¿qué motivos hay para invertir en oro y cómo podemos hacerlo?
Historia
Los metales preciosos siempre han sido utilizados como bienes preciados en los intercambios comerciales. En concreto, ya tenemos noticias del oro en el año 3.500 a.C. en Mesopotamia. En cambio, hasta bien entrado el s.XIX la plata siempre había sido un bien más preciado.
Los egipcios, los griegos, los romanos, el Imperio Español (muy importante su papel al importarlo de América), y posteriormente la fiebre del Oro en los Estados Unidos, son algunas referencias históricas que nos muestran la importancia del metal dorado en la historia de la humanidad, y no sólo desde un punto de vista económico; ya en pleno siglo XX, el patrón oro que fijaba la cotización de las monedas al oro fue muy importante para entender las relaciones económicas y comerciales entre los países.
Motivos para invertir en oro
Descorrelación con clases de activo tradicionales:es uno de los activos refugio por excelencia, por lo que en momentos de incertidumbre o inestabilidad económica suele comportarse positivamente.
En el gráfico vemos cómo el oro se llegó a apreciar un 154% desde la quiebra de Lehman Brothers (15 sep 2008) hasta los peores momentos de la crisis de deuda en Europa, mostrando una clara descorrelación con el resto de clases de activo:
Bien escaso: Como todo en la vida, el mercado se mueve por la oferta y la demanda. El oro, al contrario que el petróleo, por ejemplo, no tiene bienes de consumo alternativo, lo que le hace ser un bien escaso.
Bien estratégico: Pese a que ya se abandonó el patrón oro, sigue siendo un bien que todos los grandes inversores, instituciones y bancos centrales tienen en sus reservas, ya que no deja de ser un bien de valor reconocido universalmente, y se puede utilizar como equilibrador de tensiones en los mercados.
Demanda Creciente: Cada vez hay más países desarrollados y más demanda de bienes de lujo, por tanto, esos “nuevos ricos” incrementan la demanda de metales preciosos, lo que podría presionar al alza su precio.
Seguridad psicológica: muchos inversores que invierten en oro físico vía lingotes o monedas se sienten más seguros sabiendo que su inversión es un bien material que pueden tocar, y que en caso de “fin del mundo”, se pueden llevar consigo y que siga teniendo valor.
Productos
Hemos visto que al menos deberíamos contemplar el oro como una opción de diversificación complementaria a otros activos, pero entonces, ¿tengo que tener los lingotes en casa? Hoy en día no es necesario tener el bien para invertir en él, de la misma forma que si queremos invertir en petróleo no nos traemos barriles de crudo a nuestra casa, si bien sí que existe esa posibilidad.
Por ello, algunas alternativas son:
Oro físico: Con la crisis y la desconfianza de algunos inversores en los bancos y en los mercados financieros, han proliferado establecimientos y empresas que venden lingotes o cantidades menores de oro. La ventaja es que no dependemos del mercado. El inconveniente es que tenemos un coste de almacenamiento/riesgo de robo.
ETF: En lexiconómico os hablamos de qué es un ETF, pues hay diversos ETF que nos permiten invertir en oro. Dentro de ellos, tenemos múltiples opciones: los que invierten en oro físico, los que invierten en derivados, o incluso aquellos que invierten en minas de oro/metales preciosos.
Fondos de Inversión: Esta alternativa tiene algunas ventajas adicionales. Para empezar, permite diversificar la inversión a partir de cantidades pequeñas, sin olvidar la utilidad de poder traspasar de un fondo a otro sin tributar fiscalmente por ello (solo habrá que declarar las plusvalías o minusvalías de la operación cuando se venda el fondo).
Futuros/CFD’s: Como cualquier producto, actualmente podemos encontrar en el mercado futuros y CFD’s que dependen de la evolución del oro en los mercados.
Productos cotizados: son otra clase de derivados que son creados por un emisor
Conclusión
Pese a que pueda parecer un producto de inversión “tradicional” para inversores con aversión a los mercados en busca de una cierta seguridad, la inversión en oro va mucho más allá y no deja de ser una inversión apta para todos los inversores y que, cuanto menos, debería contemplarse como una buena alternativa de diversificación y descorrelación con la de otros activos de nuestra cartera.
Fuente: Self Bank