Un cuidador es una agencia de valores que tiene un encargo importante de compra, de venta o de protección contra especuladores de las acciones de una empresa que cotiza.
Cuando tiene el encargo de comprar un paquete importante de acciones, su trabajo consiste en ir acumulando sin que la cotización se dispare. Para ello, si el mercado se calienta, en vez de comprar, vende hasta que se vuelve a enfriar. A veces lo que hace es, al principio de la sesión, vender un paquete de acciones, y entonces se crea un sentimiento bajista y eso lleva a muchos accionistas a desmoralizarse de su inversión y vendan a bajo precio, lo cual aprovecha el cuidador, en ese momento, para cargar.
Puede darse el caso inverso, en la «fase de distribución». Tras haber subido mucho las acciones, puede tener el encargo de colocar un paquete grande de acciones a esos precios altos, y entonces utiliza toda una serie de argucias para calentar la cotización y dar la sensación al mercado de que es un valor apreciado y con tendencia alcista. Multiplica el volumen de contratación comprando y vendiendo. Cuando los inversores acuden al ver tanto movimiento, entonces les va soltando poco a poco. Suele actuar en combinación con los medios de comunicación afines y con fuentes informativas del interior de la propia empresa controladas por los grandes accionistas que quiern vender, y difunden toda clase de rumores y noticias positivas para hacer atractiva la inversión a los incautos que compran esa acción en precios máximos.